"Yo me pregunto, ¿y
por qué no hacen un bingo? ¿Por qué desde Santiago tengo que ir a arreglar el
techo de un gimnasio?"
(Gerardo Varela, como
Ministro de educación en el 2018)
The winner takes it all
The loser has to fall
It's simple and it's plain
Why should I complain
(Abba, 1980)
Cuando niño miraba con
desconfianzas las rifas, de mi curso, de los scouts, de otras instituciones, no
porque desconfiará del uso de los dineros reunidos, sino porque partía de la
base de quién estaría interesado en comprar algún número si las probabilidades de
ganar estaban en su contra. Quizás mi
mirada pecaba de racionalista, cuando el comportamiento humano es más emocional
que racional, sin embargo, esa es otra historia. En síntesis, mis reacciones con respecto a las
Rifas provenían de mi sensación de que al final las rifas las terminan
comprando los padres, y en muy pocos casos algún pariente.
Este tipo de “economías” -en el
uso de un sistema o modelo económico- es una “economía de la miserias”. Disculpen la dureza, pero estos espacios de
acumulación de capital toman los exceden posibles de las propias familias de un
curso, por ejemplo, y no logra captar nuevos dineros de externos, que posiblemente
saben al menos algo de probabilidades y les incomodan tanto como a mí.
Recuerdo que hace poco tiempo un
ministro del presidente Piñera, sugirió ante reparaciones de los Colegios que
hicieran rifas o bingos. Un economista
de la miseria podríamos decir.
Después de todas estas vueltas,
de seguro habría que preguntar a qué viene está perorata, y bueno: quiero reflexionar
de los elementos que se tienen que reunir para alcanzar el dichoso plusvalor o
ganancia, cosa de superar en nuestra cultura el pensamiento de la economía de
miseria y pasar a una economía de la riqueza, riqueza social eso sí. Claro alguien ya podría objetarme que el
Retail, las AFP´s, las ISAPRE’s obtienen -no generan- cuantiosas ganancias.
De hecho, las AFP’s funcionan
como las rifas de curso. ¿O no?
Las AFP’s “administran” nuestros
fondos, o eso creía hasta que despejado de las fantasías neoliberales pude ver que “invierten” nuestro
dinero. Si les va bien las ganancias son de ellos, y a nosotros nos toca la “ley
del chorreo”, o tocan perdidas y esas si van directamente a nuestras cuentas,
sin ley del chorreo, obvio. Un claro
ejemplo de “inversión” dialéctica.
¿Por qué me acuerdo de las rifas?,
porque para preparar la acumulación de capitales suficiente para que mi
generación se jubile (momento que llegará en 20 o 30 años) somos nosotros, los
del “curso” los que compramos “números” o sea Unidades de Fomento y esta
economía de la miseria se transforma mágicamente en economía de riqueza, aunque
de eso veamos poco o nada los afiliados.
El circulo virtuoso -para ellos-
tiene que ver como muchas cosas en la especulación financiera. Sin saberlo, éramos los grandes artífices del
desarrollo neoliberal de este país, y no lo sabíamos porque nadie nos preguntó,
en un sistema monopólico donde estamos obligados a este sistema que en sus
variantes, no hay variantes.
“Las AFP fueron el artífice del
modelo de desarrollo chileno. Su stock de recursos permitió entregar
financiamiento a tasas de interés bajas y capital para financiar empresas y
proyectos. La viga maestra, revolucionó, al mismo tiempo, la industria
financiera y la real” (Gonzalo Restini. “La madre de todas las batallas”, La
tercera 22-09-2018).
Luego de lo ocurrido el 18 de
octubre pasado, ya no podemos invocar la ignorancia, pues el “problema” de las
AFP’s ha sido explicado en múltiples espacios.
Seré simplista, lo reconozco, pero
lo que pasa es que nuestros fondos financias otras empresas, mediadas por los
bancos -y los bancos que son controlados por grupos financieros que también
controlan en parte las AFP’s.
“Un nuevo estudio de Fundación
SOL reveló las inversiones realizadas por las AFP en los grandes grupos
económicos presentes en Chile. La investigación “¿AFP para quién?” analizó el
destino de más de US$124.336 millones de dólares, equivalentes al 58,4% del total
de los fondos de pensiones invertidos en instituciones que operan en el país”.
(“¿AFP para quién?”: Los grandes grupos económicos que se benefician con las
inversiones de las AFP en Chile. Eldesconcierto.cl
del 23-05-2019).
Como se puede apreciar lo que
junto la rifa del curso fue bastante grande, pero nadie del curso se ganará el
premio.
Según Recaredo Gálvez, quien
estuvo en dicho estudio de la Fundación Sol, “este modelo previsional deja dos
grandes ganadores, por un lado las AFP, las que en el primer trimestre de 2019
aumentaron sus utilidades en un 100,1% respecto al mismo periodo de 2018 y por
otro lado los grandes grupos económicos que operan en Chile, los cuales reciben
financiamiento fresco desde los fondos de pensiones de los trabajadores y
trabajadoras”. (“¿AFP para quién?”: Los grandes grupos económicos que se
benefician con las inversiones de las AFP en Chile. Eldesconcierto.cl del 23-05-2019).
No deseo aparte mi objetivo, así
que para cerrar el punto de las AFP´s y los Bancos y la “Viga maestra del modelo”,
hice una tabla:
“Inversiones” de las AFP´s en
los Bancos de Chile.
Banco de Chile (grupo Luksic) |
US$7.324 millones de dólares |
Banco Santander |
US$6.978 millones de dólares |
Banco BCI (grupo Yarur) |
US$6.371 millones de dólares |
Banco Itaú-Corpbanca (grupo Saieh) |
US$6.084 millones de dólares |
Banco Scotiabank (grupo Said) |
US$5.961 millones de dólares |
Banco del Estado |
US$5.570 millones de dólares. |
Fuente: Elaboración propia a
partir de datos de la Fundación Sol (2020).
Se hace necesario entonces
volver sobre mis pasos y regresar al punto de lo que escribo, “reflexionar de
los elementos que se tienen que reunir para alcanzar el dichoso plusvalor o
ganancia”. Marx pensaba, podríamos decir
a “pies juntos” que la acumulación de capital sólo se logra a partir de la “transmutación”,
es el trabajo en su acto productivo el que hace que el Dinero transite a la
mercancía esta vez dotada de un plusvalor, ganancia que es captada o apropiada
por el capitalista.
De seguro se me objetará que eso
es muy decimonónico, que para que se logré acumulación de capitales se necesita
de tecnología, y hoy más que nunca de conocimientos que no son claramente
identificables con el trabajo. En pleno
siglo XXI -y a propósito de las discusiones para reducir las jornadas laborales-
nos repiten la vieja canción “los chilenos son poco productivos, por lo que
menos horas, menos productividad”.
Debo agregar algo, hoy más que
nunca estando en el contexto de la Pandemia debemos retomar la tesis de Marx,
donde es el trabajo el que permite la ganancia. Dos son mis argumentos. 1.- En los tiempos decimonónicos, así como
hoy el trabajador debía proveer de sus herramientas de trabajo. Hoy se podrá plantear que es una emergencia,
no estábamos preparados, pero son los trabajadores -por lo menos los del
teletrabajo- quienes entregan sus propias herramientas al proceso productivo
(ya sea su computador, impresora, internet, luz eléctrica, etc.) y que son captadas
por el capitalista, ni que decir de la rebaja de los costos fijos de las
empresas. 2.- La urgencia de enviar a los trabajadores de vuelta al “laburo” en
puestos no transferibles a actividades remotas, reclamando que la economía se
encuentra parada y se debe volver a “mover”. ¿Qué no es acaso el reconocimiento
tácito de que es el trabajo el motor productivo? Dudo que los “chicago boys” se
prestarán a tamaño reconocimiento. Y como dijo Galileo, “y sin embargo se mueve”,
o para nuestro caso “y sin embargo, es el trabajo el que mueve la economía”.
Insistir -por ejemplo- en
teletones, como ya lo declaró Mario Kreutzberger es seguir apostando a una economía de la miseria solo que a una
escala tan grande que, tal como lo hicieron las AFP’s puedan dar el salto y
transformase en “Modelos de negocios virtuosos”, por lo menos para ellos. Necesitamos la inversión del Estado para
afrontar la pandemia, valorizando el aporte de los trabajadores a la economía y
protegiendo su trabajo. El estado, no el neoliberal, debe estar preocupado de generar Ganancias sociales aunque
eso genere pérdidas económicas siempre relativas.
ABBA - The Winner Takes It All (1980)