El contexto mundial actual está marcado por las diferencias abismantes entre las distintas naciones. El proceso que llamamos modernidad ha marcado la punto de quiebre. El desarrollo científico y tecnológico que llamamos Revolución Industrial le dio a los países de Europa occidental y posteriormente a Estados Unidos un motor para el progreso que determinó una gran distancia con el resto de los países. Ya en 1820 el dinamismo económico comienza a configurar un grupo de países -entre ellos Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos- con desarrollo económico capitalista y también poderío militar.
Con la Revolución Rusa, desde 1917 a 1991, la naciente Unión Soviética influirá en la Europa del Este generando un bloque alternativo al anterior. Esta vez con una economía centralizada y con un actor clave en la planificación.
Excluidos del desarrollo, los países del tercer mundo, vivieron en pobreza y subyugados a otros países por su condición de colonias. Su economía se baso en la extracción de las riquezas naturales, por lo general agrícolas o mineras y vivieron al vaivén producido por los otros dos bloques durante la guerra fría.
Esta configuración internacional en Primer, Segundo y Tercer mundo fue propia del siglo XX, que luego de la caída del Muro de Berlín y la Unión Soviética -y la desaparición del segundo mundo-se volvería anticuada. Pero no del todo pues las condiciones de los países en vías de desarrollo -los antiguos tercermundistas- no había cambiado del todo. Aunque algunos países de la periferia mundial forjaban nuevos centros de desarrollo como la India o el Asia-Pacifico por ejemplo, la gran mayoría seguía en condiciones de pobreza a fines del siglo XX. América Latina y África siguen a la espera de un mejor trato en las relaciones comerciales internacionales.
Con el fenómeno mundial de la Globalización las cosas no se han alterado demasiado, si bien ya no es tan relevante el lugar desde donde vengan los productos, las relaciones no son de igualdad entre las distintas naciones. La concentración de productos tecnológicos se encuentran acotados a la Europa occidental, Estados Unidos y Japón. Rompen esa estructura Brasil, México, India y por cierto China que se desarrolla a pasos agigantados. Los demás países tienen una producción muy baja en tecnología y por lo general sus economías depende algún tipo de producción de monocultivo agrícola.
Si bien, la pobreza en siglo XXI no significa necesariamente miseria, mortalidad infantil y pandemias, aun persisten extensos territorios dominados por la violencia de las guerras civiles.
¿Cómo se podrá disminuir estas brechas economías que separan a los países del mundo? ¿cómo este contexto social, cultural y político influye en el desarrollo de las Ciencias Sociales?
Discurso de Cantinflas en las Naciones Unidas