Introducción
Hace un tiempo desperté con una consulta realizada por mi hijo, una de esas preguntas que nos dejan como al papá de Mafalda, o sea pensativo y taciturno. Él pregunto, ¿qué es el espacio y el tiempo? Y bueno, considerando que mi hijo tiene poco más de siete, se merece una respuesta seria, pero no tan compleja.
Luego de darle unas vueltas, he pensado que el espacio y tiempo son como las dos Columnas del mundo, en la versión de Sansón el Antiguo testamento lo describe de la siguiente forma:
Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida. (Jueces 16: 30-31)
En el caso de las columnas de Hercules, están son descritas: fue el mismo Hércules quien separó los dos montes unidos (Abila y Calpe) como una cordillera continua y que así fue como al Océano, contenido antes por la mole de los montes, se le dio entrada a los lugares que ahora inunda: desde aquí el mar se difunde ya más extensamente y avanzando con gran fuerza recorta las tierras que retroceden y quedan bastante más alejadas.
En ambos mitos, las columnas representas las dos basamentos o estructuras que por una parte sostienen el mundo (la casa de los filisteos) y que limitan el mundo (o el mundo conocido en el caso de la ecúmene).
Por ello, al pensar el espacio y tiempo, las entiendo como la manera en que estructura el mundo, y por otro lado, el aspecto que percibimos de él, o sea, le da forma a aquello que denominamos realidad, aquello que nos rodea mientras nosotros los seres humanos existimos. La realidad del mundo nos llega a nuestro entendimiento a partir de estas dos dimensiones fundantes: el espacio y el tiempo.
Tiempo y espacio son palabras que describen cierta conciencia de mundo, les asignamos el sentido de ejes orientadores, grandes dimensiones desde donde nos “experimentamos” como seres humanos. Estas categorías nos ayudan a ordenar, clasificar, jerarquizar, etc. nuestro entorno, y sin ellas dicho entorno sería incomprensible. Conocemos al mundo y nos conocemos a nosotros a partir de situarnos en un punto del espacio y del tiempo. Hablamos de cercanía y distancias a propósito de nosotros y un entorno, y un antes y un después de acuerdo a algún tipo de experiencia. Sin ellos, cualquier análisis de social no tendría sentido. Este texto busca reflexionar sobre el primero de ellos, sin embargo, se entiende que es imposible pensar el tiempo social sin la condición espacial.
Todos más o menos podemos llegar al acuerdo que la dimensión temporal es fundamental para la comprensión de los fenómenos humanos y la percepción del tiempo (social), su conteo y registros es efectivamente importantísimo en la vida actual. Vivimos regido por relojes que cuentan nuestro tiempo productivo, pero también nuestro tiempo de ocio. Sin ese equilibrio temporal entre el producir-reproducir-y no producir, nuestra existencia seria incoherente. Por lo mismo, la necesidad de contar con una sociología del tiempo es relevante y eso se expresa en una bibliografía en expansión. Uno de los grandes tópicos actuales es la Aceleración social, o sea como se acentúa la velocidad de los tiempos en el mundo productivo y también en el mundo cotidiano, la complejidad en las rutinas sociales en las ciudades modernas y los efectos en la vida de las personas.
Por solo dar un ejemplo, actualmente y desde hace unos años, en Chile se viene discutiendo una innovación en materia de legislación laboral, la disminución de la jornada de trabajo de 45 a 40 hrs. Dicha discusión ha traído mucho ruido, y los distintos sectores han visualizado beneficios y también perjuicios. Sobre el proyecto, la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, indica que este proyecto, si se implementa, podría potenciar "la motivación al interior de la empresa y hace más compatible la vida laboral con la vida familiar".
La Sociología del tiempo o más bien las sociologías del tiempo, son un área de la sociología desde hace décadas. Sin pretensiones de hacer un esbozo fundacional, el texto de Norbert Elías “Sobre el tiempo” de 1984 es un muy buen paso inicial. Intelectuales como Hartmut Rosa han aportado a la reflexión actual asociando al problema del tiempo la cuestión de la alienación; en español han puesto su grano de arena el español Josetxo Beriain y el argentino Javier Auyero diversificando la discusión. Hay que reconocer que el Tiempo se ha vuelto un tópico de amplia discusión interdisciplinaria, y existen destacadas obras sobre el tema desde la filosofía, la psicología o la antropología.
La sociología del tiempo forma parte de la sociología cuyo campo de estudio es la temporalidad humana como fenómeno social, cultural e histórico, la problemática de como el transcurrir del tiempo no es solo aquello que entendemos como un fenómeno de la “naturaleza” sino la relación social que tenemos con el tiempo y las consecuencias prácticas e imaginarias que tienen en la vida personal y también social.
lo que podemos llamar la ‘sociología del tiempo’ supone una gama amplia de estudios sobre las causas y consecuencias de fenómenos temporales al interior de las sociedades actuales que van desde los análisis más generales de la experiencia temporal ‘moderna-occidental’, así como a estudios más concretos sobre las distintas formas que esta experiencia adopta.
O sea, se busca investigar las percepciones sobre el tiempo social, la forma en como las personas usan y distribuyen sus jornadas y el rol central que tiene el tiempo en las sociedades contemporáneas de forma tal que las distintas estructuras sociales como el trabajo, la escuela, la familia, etc. se van moldeando ante los imperativos de la aceleración social con impactos en la calidad vida de las personas y el mejoramiento del bienestar colectivo. Por lo mismo, una sociología del tiempo reflexionar sobre los cambios en la cultura orientados por una ideología aceleracionista (time is money) y las diferencias que surgen de ello en distintos tipos de sociedades.
Por último, el tiempo es omnipresente y direcciona nuestro movimiento como sociedad hacia un confuso futuro, lleno de imágenes apocalípticas o del desastre. ¿Hacia dónde va Latinoamérica en todo este contexto temporal? ¿los tiempos sociales en el contexto de nuestras culturales son semejantes a los europeos? ¿cómo le afecta el aceleracionismo a la infancia del sur del mundo? esas son en parte las reflexiones de esta novel subdisciplina.
Para reflexionar: Estas imágenes se tomaron el 2022 en la sureña ciudad de Chillán, en Chile.