viernes, 4 de julio de 2025

Giambattista Vico: Principios de una ciencia nueva.

 Y TODAS estas ciencias, todas las disciplinas y las artes enderezadas vinieron a perfeccionar y regular las dificultades del hombre; pero no la hay que medite sobre ciertos principios de la humanidad de las naciones, de la que sin duda manaron todas las ciencias, todas las disciplinas y las artes, y que por tales principios establezca cierta acmé, o sea un estado de perfección, del que se alcance a medir grados y extremos, por y dentro los cuales, como cualquier otra cosa perecedera, deba esa humanidad de las naciones discurrir y llegar a su término, y donde científicamente se descubra con qué prácticas la humanidad de una nación, destacándose, pueda llegar a tal estado perfecto; y cómo, de allí decayendo, pueda de nuevo acrecerse. Tal estado de perfección únicamente consistiría en hincarse las naciones en ciertas máximas, tan demostradas por razones constantes como practicadas en los usos comunes; en cuya cima la sabiduría reflexiva de los filósofos diera mano y dirección a la sabiduría vulgar de la naciones, y de esta suerte se concertaran en ello los más repudiados miembros de las academias y todos los avisados de las repúblicas; y la ciencia de las cosas civiles, divinas y humanas, que es la de la religión y las leyes, que son teología y moral mandad, alcanzable por las costumbres, fuera asistida por la ciencia de las cosas naturales, divinas y humanas, que son teología y moral razonada, que se consigue con los raciocinios: así que fuera de aquellas máximas existiera el verdadero error o sea divagación, no ya de hombre, sino de fiera.