Si hay algo que parece caracterizar el mundo en que vivimos es la rapidez con lo que fluye todo,es como si viviéramos en un constante apuro por existir. Esto es posible gracias a los medios de transporte que con su mayor potencia nos llevan a todas partes en menos tiempo, y también gracias a los medios de comunicación que a pesar de las distancias nos permiten transferir información en "tiempo real".
Es un estilo de vida contemporáneo, que ha ido aumentando el sentido de lo inmediato, la rapidez y la conectividad. Podríamos decir que es una ideología del mundo moderno, donde se le da valor a estas y otras categorías, olvidando la importancia que antes tuvieron la tradición, lo duradero y la proximidad. Al parecer, estamos dejando todo un mundo atrás -o quizás ya lo dejamos- y comenzamos a sentir el impacto de este nuevo mundo.
Piense lo siguiente: Al levantarnos por la mañana, ni
usted ni yo se preocupan de cosas básicas y fundamentales como el agua, el pan
o el fuego para cocinar. Todo es
instantáneo, apreto un botón y se enciende la luz de la habitación, con el agua
basta mover la manilla y ducharse, muevo una perilla de la cocina y tengo fuego
para tostar el pan. Esto tan cotidiano y sencillo no es gratuito, todos esos
procesos básicos para comenzar el día son instantáneos mientras somos capaces
de pagar, sea en efectivo o al crédito, teniendo capacidad de pago podemos
acceder al mundo del consumo. Sin
embargo hace 100 años atrás muchas de estas cosas no se pagaban. El agua se sacaba de un pozo, el fuego se obtenía de madera que se recolectaba, y varios vegetales eran cotidianamente
producidos en las huertas de los hogares.
Eso si ese mundo no era instantáneo, el agua se obtenía moviendo con
fuerza humana una vieja bomba o simplemente arrojando un tiesto al fondo del
pozo y levantándolo varios metros hasta poder disponer de él. La leña había que salir a recolectarla y por
lo general el acarreo no era mayor al que la fuerza de la persona podía arrastrar. Cultivar vegetales y tener
árboles frutales significa picar la tierra con herramientas precarias, regar
(sacando agua de un pozo muchas veces) y cuidarlos por varias semanas o meses,
todo muy lejos de lo instantáneo.
¿Qué cambio en nuestra
sociedad? ¿cómo pasamos de una vida de
esfuerzo, lenta y de espera a una vida facilista, rápida e instantánea? ¿ cómo
ha cambiado nuestra vida cotidiana? ¿cuánto más podemos seguir viviendo en la
fantasía de lo instantáneo?
Estas y otras preguntas
deberíamos responder cuando queremos encontrar una alternativa de futuro a este
sobreexigido planeta Tierra, con recursos naturales al limite. Sin embargo, muy pocos se acercan al punto
principal. La ideología de la "vida
instantánea" es una de varias en la ideología de la burguesía (o más bien
las burguesías) que domina las naciones y el concierto internacional. Hacer las cosas más fáciles es parte de
nuestra cultura llegando hasta niveles carente de sentido lógico. (El control
remoto del televisor tiene como única misión no darnos la molestia de
levantarnos y mover una perilla o botón).
Entonces, ¿qué ha cambiado en la sociedad occidental? ¿cuáles son las continuidades? ¿hacia dónde vamos?