miércoles, 24 de junio de 2020

Crisis en la cultura occidental

He comenzado la lectura del libro "Crisis. Cómo reaccionan los países en los momentos decisivos" de Jared Diamond donde descubrí que uno de los capítulos desarrollados corresponde al análisis de la "Crisis en Chile".  El Dr. Diamond había estado en nuestro país en 1967, y lo que vió y lo que sucedió después -la dictadura de Pinochet- lo invita a reflexionar el caso chileno. Y es que desde los años sesenta las transformaciones en distintas áreas (productivas, políticas, culturales, sociales, etc.) han implicado una diversidad de experimentos modernizadores y los costos de dichos "experimentos" han sido bastante altos.

¿Cómo fue que se incubó en nuestra sociedad una crisis que hoy se vuelve a manifestar -(El llamado "Estallido Social")? Esa es una larga y compleja discusión.

En síntesis, todas estas ideas me hicieron recordar que en el 2009 había escrito un texto sobre la Crisis de la Modernidad como multifactorial. Es un texto sencillo, pero me lleva a reflexionar sobre curso que ha tomado la historia en las dos últimas décadas.  Esto ha ido en aumento, y con la Pandemia global ya no se sabe bien a donde irá a parar.  Por el momento, el pensamiento reflexivo es nuestro cobijo.

 

Crisis en la cultura occidental

Introducción

La Cultura occidental es en gran parte el cimiento del mundo moderno –y postmoderno según como se vea-, su producción cultural ya sea en el derecho, la filosofía, la política, las artes y la técnica se ligan a los últimos 400 años de historia del mundo occidental.

Así mismo, la herencia grecorromana nutre las distintas naciones y a través de los siglos va saliendo de lo estrictamente Europeo. Es la monarquía Española con la conquista de América que lleva el legado a un nuevo continente y rápidamente el mundo no occidental “comienza a serlo”.

Prontamente, las potencias europeas colonizan América, África, Asia y Oceanía llevando consigo su impronta cultural y también su fe. Las grandes riquezas naturales de esos territorios viajan a las metrópolis aumentando la riqueza de los europeos como jamás lo soñaron las civilizaciones de la antigüedad. Los antiguos sueños de conquista de un Alejandro Magno o un Julio César fueron opacados por las campañas bélicas de un Napoleón Bonaparte o un Adolf Hitler. Así el sueño de un mundo ordenado por la razón, donde los filósofos gobernaran se fue deformando hasta hacer que castas industrial-militares se fueran apropiando de las naciones.

Desarrollo

El siglo XX significó el triunfo del mundo occidental, las guerras mundiales y la guerra fría transformó el mundo y doblaron la mano a grandes países orientales, los cuales debieron unirse a la lógica del Capitalismo y las repúblicas de democracia representativa.

Finalmente, un gran proceso cultural ha dado la forma final al orden mundial. Me refiero a la Globalización. El cual si bien ha sido un largo proceso de llevar la cultura occidental a todo el mundo se ha visto acelerado producto de la comunicación satelital y la Internet.

Los valores sociales, culturales y morales han viajado a los distintos rincones de todo el mundo y desde hace décadas las últimas comunidades indígenas más apartadas se han ido incorporando a los modelos eurocéntricos.

Se puede destacar que la Globalización ha tendido a uniformar las diversidades culturales tan propias del mundo hasta el siglo XIX, llevando su sistema político, económico y de creencias.  Veamos estos tres aspectos brevemente.


La Democracia como dictadura de las “mayorías”: El sistema democrático no goza de buena salud de hace décadas, el Estado Nación se ha ido rompiendo por diversos factores –nómbrese aquí a los capitales transnacionales y la crisis económicas cíclicas- ningún país está en condiciones de poder dar un poder real a sus ciudadanos dado el “poder virtual” que poseen los Grandes capitales que imponen a candidatos de turno de acuerdo a fines no tan conocidos por las grandes mayorías. Las dobles agendas de las élites políticas han corrompido nuestros sistemas.  Eso no ha evitado que políticos de las “grandes democracias mundiales” como el Gobierno de George Bush hijo obligara a los países intervenidos en medio oriente a hacerse gobernar por sistemas políticos basados en la “libertad” y la “democracia”.
Hoy en día, las distintas minorías étnicas, etáreas, sexuales y de género dejan a un alto porcentaje de la población no representada. (Un ejemplo en Chile son los jóvenes, como no participan del sistema electoral los que participan representan solo al 60% del electorado potencial).


El Neoliberalismo como la crisis del Capital: A través del Bando Mundial y el Fondo Monetario Mundial todos los países que desean contar con su apoyo económico deben generar políticas liberales. Tanto en sus políticas monetarias como las del mercado del trabajo buscan la flexibilidad propia del “dejar hacer”. Si bien esto suena bien, tenemos actores más adelantados que otros por lo que ni un llamado a la moral y las buenas costumbres (propias de las sociedades burguesas) es útil. Solo recordemos a las grandes cadenas de farmacias que confabulan secretamente en perjuicio directo de los ciudadanos. (con los años se sumaron otras como la de
“los pollos”, y la de “el Confort”).  Los trabajadores no pueden sindicalizarse ni reclamar derechos, por otra parte los gobiernos domestican a través de subsidios y bonos atrayendo clientelas políticas.


La Crisis valórico y la Crisis de la Fe o la Cristiandad como la Religión Universal versus el Racionalismo escéptico: La Razón y la Fe (Cristiana) han luchado desde la ilustración por “liberar” al Hombre, cada uno a través de un complejo sistema de creencias han creído (valga la redundancia de esto) que pueden salvar nuestra alma o a lo menos nuestra existencia. Sin embargo, el vacío del hombre actual demuestra que ni los viejos valores adecuados a versiones bastantes convenientes de las “sagradas escrituras” ni los ateos racionalistas han logrado entregarnos las certezas necesarias en el devenir humano. Más bien, hoy la gente se encuentra  una diversidad de experiencias espirituales a veces por lo demás solo exóticas. Claramente, el momento actual demuestra un giro que comienza a darse en término de creencias ya que la posible existencia de vida en otros planetas complejiza las respuestas simples dadas hasta ahora.


Conclusión

El desgaste del mundo occidental se debe a su propia afán de devorar todo a su alrededor, el hombre moderno europeo se creyó en la necesidad de ir por el mundo llevando sus ideas y valores sin contemplar  siquiera la posibilidad de ajustarlo a los territorios donde fueron. Es cosa de ver a las comunidades pehuenches vivenciando el pentecostalismo, sólo posible gracias a nuestra bien ponderada Globalización.

Pero las continuas crisis de gobernabilidad, el ataque desde el margen de sectores separatistas, dogmáticos y fundamentalistas, los antimodernistas, etc. han demostrado que es imposible un Orden Mundial uniforme sin el poder de las armas. Por más novedosas que sean las modas, los juguetes o los programas de T.V. nadie quiere dejar sus viejas costumbres porque sí. Más falta evidenciar la capacidad de coerción y manipulación para lograrlo, ¿y si se logra a quién beneficia? Podrá este gran castillo de naipes no caerse mientras formamos la nueva Roma, tan iluminada y tan manchada de sangre como la anterior?

La Crisis de la Cultura Occidental para mi está latente en el proyecto posmoderno, que si bien busca liberar al hombre de las garras de la racionalidad extrema y con ajuste a fines, en la práctica nos derivó a un hedonismo e individualismo extremo y nos entrega a las garras del consumo.

La esperanza como siempre está en la alternativa, en los proyectos locales, en lo microorganizacional (a veces en lo comunitario), pero sobre todo en la capacidad de hacer consciente todos esos procesos que intentan mantenernos esclavos de una cultura que a nosotros mismo los chilenos no nos reconoce como occidentales, ¿o no se habían dado cuenta? 


jueves, 18 de junio de 2020

¿Qué hacer con los héroes en el mundo posmoderno?


“I follow the Moskva
Down to Gorky Park
Listening to the wind of change
An August summer night
Soldiers passing by
Listening to the wind of change”.
(Wind of change, Grupo Scorpions).

La repetida esencialización (o monumentalización) de ese “origen” -la que puede rastrearse en la gráfica de los textos escolares, en la cartografía estatutaria de cada Alameda, en la señalética callejera de cada ciudad- plantea, sin embargo, algunas dudas.  Problemas de no poco fondo, ya que, al monumentalizar el “origen” portaliano, deteniendo el tiempo en la fase constructiva 1829 – 1860, se anula el proceso histórico posterior.  No se asume, por ejemplo su vida adulta, su madurez.  -Tampoco su envejecimiento.  Ni su esclerotización y la muerte.  Esencializar -embelleciendo- el origen, equivale a deshistorizar el conjunto, y a esconder el retrato realmente histórico de Dorian Grey, con todos sus cambios, deformaciones y fealdades.
(Mercaderes, empresarios y capitalistas.  Gabriel Salazar)

                Toda sociedad se construye así misma con un mito fundacional.  Y todo mito se articula a partir de una narrativa donde los Hombres y Mujeres de una era dorada nos otorgan las herramientas para seguir construyéndonos a partir de dicho momento edénico.  Conocido es el caso de los mitos fundacionales de Roma.  Dos hermanos alimentados por una loba llegan a ser los “fundadores” y su propio drama cósmico -el desafío de Remo al surco construido por Rómulo y el castigo de Rómulo- a su hermano marcarían la identidad romana.
                Las sociedades modernas no están ajenas a la construcción de este tipo de mitos de origen.  Los revolucionarios franceses desarrollaron toda una simbología para distanciarse de los emblemas monárquicos.  Y con los años sus personajes fueron entronizados como héroes al constituir su propio Panteón nacional. 
                Los monumentos a los héroes tan propios del origen y desarrollo de los Estados Nacionales que se articulan en el espacio público funcionan como simbolismo del orden de la burguesía triunfante.  Es el dominio del espacio de la ciudad, un nuevo orden civico.  Ciudad y Civilización, todo en uno.
                    Sin embargo, dicha monumentalidad se encuentra muy lejos de sus días de gloria.  Los personajes que publicitan dichos espacios han entrado desde hace años en crisis.  Muchos de ellos son tolerados no con poca incomodidad.  En otros casos, el revisionismo histórico los ha condenado al desahucio, y se le ha dado urgencia al hecho de sacarlos de alguna plaza, parque o alameda.  Lo que esta en comentario es tan actual, que los últimos casos ocurridos son de hace un par de semanas.
                En la bahía de Poole, en las costas del sur de Inglaterra, existe una estatua de un General británico, pero no celebra sus glorias militares, sino que lo recuerda  como el fundador del Movimiento Scout por el ya lejano año de 1907.  Dicho monumento se encuentra ahí, como si estuviera mirando la Isla de Brownsea, el lugar donde se desarrolló el primer campamento scout.
                En las últimas semana dicha estatua se ha vuelto muy controvertida dado que la figura de Robert Baden-Powell se ha llenado de acusaciones de todo tipo. Al parecer se relacionaría con la ola de protestas que produjo la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.  ¿Cuál sería la relación entre Baden-Powell y las protestas antirracistas? Que dicho General estuvo en África durante el período colonial participando de varias acciones militares entre ella la Guerra de los Boers.  Desde allí se ha generado una discusión variopinta de ser un colonialista, de haber apoyado a los Nazis, incluso ha sido acusado de pederastia.
¿Black Lives Matter o British History Matters?

                En este contexto, esta vez en Bristol se lanzó una estatua al mar.  La efigie correspondía al comerciante y esclavista Edward Colston y fue derribada el 7 de junio del presente año en el contexto del “Movimiento global Black Lives Matter”.
                Estos hechos no están muy lejos de los hechos ocurridos en Chile en el marco del llamado “Estallido Social” donde las Estatuas de Pedro de Valdivia en Concepción, la del Soldado desconocido en Plaza La Dignidad (rebautizada por los Manifestantes, su nombre anterior era Plaza Italia, aunque en Monumento italiano ya había removido en 1935), la de Teodoro Schmitt y otras fueran derribadas.
                Es que las estatuas con su carga simbólica quedan a merced de los cambios que viven las sociedades, y en la actualidad con tantas crisis hemos presenciado una verdadera ola de cuestionamiento y derribo de monumentos. “Durante las revoluciones, las estatuas son protagonistas.  Y como peones en un tablero de ajedrez, son a menudo las primeras en caer” (CNN en español.  12 de junio de 2016).
                El 15 octubre del 2019, en Rhode Island, Estados Unidos, fue manchada con pintura una estatua de Colón de manos de activistas que acusaron al personaje de “Genocida”.  En noviembre del año pasado fueron varios los monumentos afectados en Chile, cuyo simbolismo se hacia al colonialismo (de los españoles, pero en el caso de Araucanía de colonos alemanes) y también figuras militares como Arturo Prat o Arturo Merino Benítez. En Bolivia por las mismas fechas se derribo una estatua de Hugo Chávez en medio de las revueltas por las elecciones a presidente.  Dicho personaje ya había sido atacado en Venezuela a principios del 2019.  En sisntesís hay un contexto muy amplio de estos “ajustes de cuentas” con la Historia.  No está tan claro que el fenómeno sea de izquierdas o derechas, sino relacionadas con las Historias nacionales.
                Un caso interesante es el vivido en relación con la figura de Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, quien con la caída del régimen soviético (1991) cayó literalmente de su pedestal.  Como ya lo hemos dicho con un cambio de régimen los personajes históricos celebrados, sufren el peso del “revisionismo”.  Sin embargo, el caso de Lenin en Ucrania es mucho más tardío donde vuelve a caer en desgracia, pues en el 2015 y en contexto de las hostilidades con Rusia, se da un proceso llamado “descomunización” donde las Estatuas de Lenin y otras figuras asociadas a la era soviética son desterradas, pues recuerdan para Ucrania ese pasado de la URSS, el cual parece que quieren olvidar.

                Cual exorcismo, los rituales carnavalescos de la caída de efigies seguirá rondándonos, pero a diferencia del siglo XIX y el XX, donde se vivencio con fuerza el llamado al “Culto de la personalidad, ¿Cuál es el lugar de los héroes en el mundo posmoderno?
                Visto desde el relativismo tan propio de la Modernidad Liquida, los héroes tienen muy poco para ofrecernos, el individualismo extremo de nuestros tiempos no se condice con figuras humanas tan susceptibles de engañarnos, de ser solo cascara.  En cambio, el consumo nos permite conseguir eres por montones en comics, juguetes y películas que han sido duopolizadas por las empresas DC comics y Marvels.  Ya anteriormente, a estos cambios los he denominado posheroísmo.
¿Para que venerar personas, si puedo consumir y divertirme con las “figuras de acción”?  ¿No es acaso el consumismo otra forma de “venerar” el poder, el carisma o el coraje?  El capitán América, Batman u otros “superhéroes”, sufren de estereotipación, pero poseen la virtud que en términos narrativos sus historias se van actualizando periódicamente a las necesidades de nuevas generaciones de consumidores.  Sólo por indicar un ejemplo, el Hombre murciélago de 1939 no es el mismo del 2020.
Los héroes de la historia nacional en cambio, sufren el envejecimiento del “Orden social” que los configuro como tales y es muy difícil que se actualicen. Sin embargo, ¿qué hacemos ante el vacío simbólico que nos dejan?  Las respuestas seguramente están en los distintos procesos sociales que viven nuestros países y que se encuentran “suspendidos” por la pandemia global, pero de seguro esas heridas se reabrirán cuando esto se supere.   O sea, está por verse.
¿Nacerán nuevos héroes en estos tiempos de crisis? Es posible, de seguro emergerán a lo menos nuevos liderazgos, pero pareciera que monumentalizar sus acciones solo supone cristalizarlos en una verdad que siempre es esquiva.


Algunos links:






miércoles, 10 de junio de 2020

Lecturas reflexivas para el confinamiento

Haciendo orden para poder escribir algunos apuntes sobre la Pandemia del COVID 19, he pensado que puede ser util compartir las lecturas que van apareciendo por los distintos recorridos de la Red.  La cuestión es construir pensamiento crítico y para ello hay que estar informados.
Destacados pensadores como Slavoj Zizek, Byung Chul-han o Judith Butler ya han participado con sus reflexiones.  Conocido fue el "encuentro" de opiniones entre los dos primeros.
A nivel regional, nuestros intelectuales también hay participado y en formado digital han aparecido varias publicaciones.



1.- Sopa de Wuhan.  Una recopilación de las primeras opiniones de los intelectuales a nivel global.  

2.- Biblioteca Pensar la Pandemia.  Del Observatorio Social de la Pandemia, del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

3.- El futuro despues del COVID 19, del programa Argentina Futura y dirigida por Alejandro Grisom.

4.- Por una nueva convivencia, del Grupo temático de Ciencias sociales del Ministerio de Salud de Perú.

5.- Pandemia, de Slavoj Zizek.

6.- La fiebre.  Una segunda recopilación de ASPO, está vez con una mirada desde latinoamérica.

7.- Sentido y función de los saberes humanísticos y sociales en tiempos de COVID - 19. Una entrevista al profesor Raúl Villarroel. Académico de la Universidad de Chile.

8.- El mundo antes y después del Covid-19.  Gian Luca Gardini (Coordinador).


Reportajes
12.- Reflexiones para un mundo post-coronavirus. Nueva Sociedad, Maristella Svampa.
13.-El espacio público de socialización será la casa.  LUN, Entrevista a Nicolás Rebolledo (Árquitecto).

Además existe material estadístico útil de revisar: