Proteo, un ser mitológico griego
tenía la habilidad de cambiar de formas, cual personaje de la serie X-men, nos
da la idea del sentido que nos llega la palabra hoy: "Hombre que cambia frecuentemente
de ideas y afectos".
Jeremy
Rifkin -sociólogo estadounidense, nacido en 1943- en su libro La Era del
acceso, utiliza la expresión Sujeto proteico como, "los jóvenes de la
nueva generación (que) se encuentran muy cómodos dirigiendo negocios y
desarrollando su actividad social en los mundos del comercio electrónico y el
ciberespacio, y se adaptan con facilidad a los múltiples mundos simulados que
configuran la economía cultural. El suyo es un mundo más teatral que ideológico
y más orientado por un ethos del juego que por un ethos del trabajo. Para ellos
el acceso es una forma de vida y aunque la propiedad es importante, aún lo es
más estar conectados (...) Son la primera generación de la era del
acceso".
La
idea de un sujeto sin anclaje social, con una moralidad individualista,
desprovista de mayores compromisos colectivos ha sido discutida desde hace más
de una década. Bauman la denomina
"Identidad liquida", entendiendo la liquidez como una metáfora que intenta
también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad
individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de
sus relaciones.
Esta
"moral light" basada en el individualismo, el consumismo y la
competencia, distancia a los sujetos y los lanza uno contra otros. Se lucha por escalar en el trabajo, en la
escuela y en las calles. Luego de más de veinte años de democracia neoliberal,
la generación proteica comienza a tener relevancia en espacios laborales y
también educativos, por eso es importante el cambio educacional, por lo que eso
significa, un regreso o mejor dicho un avance hacia un sujeto más integral. O
sea un sujeto en complitud, en su globalidad.
Este
excesivo relativismo moral, situacionalista, pero principalmente radicado en el
interes personal, es producto de la Racionalidad con ajustes a fines, ya
planteada hace un siglo por Max Weber. Si nuestra acción solo se conduce por
dicho tipo de racionalidad, la experiencia humana se ve parcializada, reducida.
No
es necesario ser un apocalíptico, un pesimismo, para ver las dificultades que
nos muestra el presente. Sin embargo, en
este mar de incertidumbres también comienzan a parecer las posibilidades del
futuro. Un sujeto integral cuyo anclaje moral este provisto de los ideales humanista, pero con una interpretación post-racionalista, o sea que no este limitado por la razón instrumental.
Libro "La Era del acceso" de Jeremy Rifkin
Libro "Identidad" de Z. Bauman
Libro "La Era del acceso" de Jeremy Rifkin
Libro "Identidad" de Z. Bauman