Al acercarnos al origen mismo de
una Sociología de la familia, debemos ir directamente al fundador -a lo menos
en el plano teórico- de la Sociología.
Este personaje es Auguste Comte (1798 - 1857) quien señala como la institución
fundamental de la sociedad a la familia. Es así, como en el cuerpo social se identifican
tres niveles los cuales son, el individuo, la familia y la sociedad propiamente
tal.
El sociólogo argentino Alfredo Poviña nos dice sobre el pensamiento del padre de la sociología, que "para él, la familia forma parte de la Estática Social, al estudiar el tema, dijimos que Comte no hace otra cosa que continuar por las huellas que le marcara Aristóteles. Por eso, sostiene que la familia es la verdadera unidad social, y que de ella nace directamente la sociedad", agrega además que "según Comte, es un grupo pequeño que está unido naturalmente por el afecto, y que lleva en sí la facultad de perpetuarse. La familia es como la célula para el organismo".
En el pensamiento comtiano podemos constatar ese enfoque organicista tan propio de los autores positivistas y de los evolucionistas donde la familia es la unidad básica. Así mismo -y en un sentido muy actual- es uno de los primeros en hablar de crisis familiar.
"Cuando
el estado social se encuentra profundamente alterado, la disolución penetra, en
alguna medida, hasta la constitución domestica, como se ve hoy con demasiada
frecuencia". (Auguste Comte).
En
un sentido parecido, pero desde las filas del conservadurismo católico, Louis Gabriel De Bonald (1754 -1840) destaca
el rol de la familia. El género humano nace gracias a la familia y continua
gracias a ella, o sea si se reduce a una familia, bastaría para reconstruir
toda la sociedad. En un análisis más fino toda familia está compuesta a lo
menos de tres individuos (el padre, la madre y el hijo) cada uno de ellos con sus
funciones esenciales y propias dentro de la familia (Alfredo Poviña). Asimismo preocupado por el divorcio, luchó
contra éste, él cual consideraba un "veneno revolucionario".
Por otra parte, Fréderic Le Play (1806
- 1882) no solo se conforma con reconocer la importancia de la familia desde
una perspectiva teórica, sino que propone una metodología sociológica
particular para ello, la monografía familiar.
Esta se dedica a estudiar los diversos aspectos de la vida familiar con énfasis
en aquellos económicos. Es así que se dedica a estudiar un tipo de familia en
particular, la familia obrera. En sus
investigaciones propone que estudiar a la familia obrera es tomar el pulso a la
vida social. A partir de ello, da una
clasificación de tipos de familias que él denomina Patriarcal, Inestable (o
sea, la familia obrera) y Raíz.
En los tres autores se ve un
pensamiento conservador y contrarrevolucionario. En Comte, apoyado por el cientificismo
positivista y en De Bonald por el tradicionalismo católico. De dichas ideas se puede extraer la postura
de que la familia es la unidad base de la sociedad -o sea si se altera la
familia se alterará a la sociedad toda y viceversa-, y la visión de una
temprana crisis de la familia para ambos autores son productos de los rápidos
cambios que ocurren con la Revolución Francesa. En Le Play se reconoce el
esfuerzo de ir hacia lo empírico a partir de la observación minuciosa de los
fenómenos sociales según un esquema unitario, demostrado en su obra Los obreros
europeos.
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